Os voy a contar una historia que habla sobre la muerte y sus consecuencias más que absurdas e irracionales en algunas ocasiones.
Hace un par de semanas una amiga con la que mantenía una estrecha relación de afectos y otros menesteres más urgentes, me llamó terriblemente desconsolada y con voz entrecortada trataba de explicarme entre suspiro y suspiro el fallecimiento de alguien, pero apenas si podía descifrarlo:
- Se ha... (snif)... se ha ... (snif, snif)... mu... muer....muerto (snif triple)....
Mi corazón iba al galope, aún andaba entre sueños cuando sonó el teléfono a las 7.45 A.M. Y que te despierten en esas condiciones ¡asusta! y ¡mucho carajo!.
Traté de dirigir mi mirada hacia algún punto, orientarme y entonces, ¡oh cielos! Yo también la vi. La luz, digo, es luz cegadora que dicen que ven los que se van al más allá. Pero no podía ser, yo aún me sentía más cerca del más acá que del más allá. ¡Centrémonos leches!.
Veamos (empecé a repasar los hechos acaecidos):
- Primero: ¿quién soy y qué hago aquí? (me giro y miro al espejo, grito, luego me calmo, comprendo que no era Bogart, que soy Igor y que estoy hablando por teléfono)
- Segundo: ¿dónde estoy exactamente? (Observo mis pantuflas, mi cama, mis pelis porno... bueno esto último es lo normal cuando no se tienen mejores cosas al alcance de la mano, nunca mejor dicho).
- Tercero: ¿me sentaron bien los boletus que anoche ingerí? (esas cosas pueden llevar sustancias tóxicas con los más insospechados efectos en el organismo y yo creo que estoy padeciendo alguno).
- Cuarto: ¿Con quién hablo? (sigue escuchando lo confirmamos en breve).
Era ella, mi dulce amor recién extrenado (nos conocímos otro par de semanas antes), ahora descompuestita y yo con el alma en un puño y un gran nudo en la garganta (del susto mas que otra cosa).
- ¡Cálmate! -la sugerí- ¿qué ha pasado?.
- Mi hamster, mi... mi... (snif, snif)...mi... pequeñín. Anoche... (snif)... debió ocurrir anoche, le di los boletus que nos sobraron de cena.... (snif, snif).
Ahora era yo quien tenía los ojos llenos de lágrimas ( snif quíntuple), pero entonces nosotros.... ¡la vamos a endiñar igual!, (esto último consideré oportuno no comentarlo, así de sopetón).
- ¡Mujer! (por no proferir improperios tan de mañana). Mira a ver, que seguro está dormidito, estas no son horas buenas para nadie, todo el mundo tendría que dormir hasta las diez de la mañana y considerarse jornada laboral, ya que nos estamos preparando para sobrellevarla de la mejor manera posible. Anda, azúzale un poquito y luego me cuentas....
(Silencio al otro lado del teléfono)
(... y más silencio...)
(.... y por fin....)
- ¡Que no, que no!, que no va, que no se despierta (snifffffff).
Lo reconozco me lo puso a tiro y le endiñé un chascarrillo tonto "dale al botón del on o cámbiale las pilas, verás como va".
- ¡Eres un insensible!, pensé que eras diferente al resto de los hombres, pero eres igual, eres un monstruo.
Lo de monstruo lo puedo aceptar, pero lo de insensible, como que no lo aceptaba así que decidí fingir empatía por su estado de ánimo y nació un extaño afecto por el fenecido. Conseguí calmarla y pasé por el duro trance de enterrarlo por la noche en el parque cercano a su casa.
Fue todo desastroso, el guarda del parque nos pilló, refunfuñó mirando fijamente a mi compañera, a sus ojos, (entiendo que los míos son algo difíciles de entender), pero yo pensaba que los ojos estaban un poco más arriba del escote. Por "piedad temporal" del guarda conseguimos depositar los restos de KIKO, así se llamaba el bicho, para que descansaran eternamente.
Con gesto serio y para consolar a mi chica el guarda dijo:
- En fin, cálmate mujer, podría ser peor.
- ¿Peor que enterrar a mi KIKO?
A lo que contesté: - ¡Podría llover! (y se puso a llover).


Tu eres capaz de hacerlo mejor y también eres capaz de hacerlo peor... quizá mejor lo haré yo porque no quiero empeorarlo. El día a día nos hace más fuertes, también el día a día acojona... no se igor decide pero no pienses porque sino pierdes la esencia, pobre kiko... pobre o rico no lo se... por eso se que exixtox. besos
ResponderEliminar